En base a la ley de memoria histórica, los familiares, del banderillero Francisco Galadí, del inspector de tributos Fermín Roldán y del restaurador Miguel Cobo, pidieron la recuperación e identificación de sus familiares asesinados.
Con estas mismas personas, se cree, que también fueron asesinados el poeta García Lorca el maestro Dióscoro Galindo y el banderillero Joaquín Arcollas. La gran relevancia de la figura de García Lorca, junto con la oposición de los familiares del poeta para que se recuperasen sus restos generaron bastante expectación.
Los trabajos de la búsqueda de los restos han concluido con un resultado negativo, no habiéndose encontrado ningún indicio de enterramiento en la zona donde se ha excavado. Manuel castilla Blanco ,apodado El comunista, aseguró a los historiadores Agustín Peñón e Ian Gibson, haber enterrado al poeta en éste lugar de Alfacar (Granada ) donde finalmente no se ha encontrado ningún indicio de los restos.

Después de esto, lo lógico hubiera sido el respeto a los familiares y el deseo de que los encuentren, pero es difícil que el derecho a la dignidad y la memoria histórica, algo que ha costado tanto conseguir y que ha tenido tantas voces en contra tuviera un recorrido cuando menos solidario en la misma medida que otros familiares de víctimas.
El reciente libro de Gabriel Pozo (El último paseo) apuntaba en otra dirección cercana, además de que algunas otras investigaciones ya proponían diferentes hipótesis.
Los medios de comunicación ultra conservadores, tratan de ridiculizar éste trabajo y a la vez aportan pruebas nuevas, que da la impresión de que se han ocultado para encontrar el momento oportuno con que acusar de incompetentes a todos los rojos masones y a Zapatero por supuesto.
En un supuesto racional, nuevas pruebas deberían de dar más esperanza de conseguir el objetivo, pero la retranca, que los políticos de una parte quieren poner y el poco coraje de los otros, es un signo inequívoco de que antes de retomar una solución lógica pasaremos por el acostumbrado combate político tergiversado e interesado.